Existe un mundo dentro del nuestro que trasciende el día a día y en el que reina un nuevo tipo de orden. En él, la muerte se confunde con la vida y la realidad transcurre de manera paralela a lo que muchos creen ver. La misma persona que roza tu hombro y con la que intercambias una sonrisa puede estar asesinándote en esa “otra” realidad que define quiénes somos y cuáles son nuestros sentimientos más puros. En ella todos hemos asesinado, todos asesinaremos… Y todos seremos asesinados.